martes, 4 de diciembre de 2012

Necesario

Por qué la muerte es tan difícil?
Morir... Dejarse-ir.
Como aquel salto que no te animas a dar.
Como aquel gatillo tan difícil de jalar.
Dejar... la vida.
Dejarlo todo.
Amarlo todo.
"Simplemente"

Amarte, tanto.
Dejarte, y luego retractarme.
Salta! Te lo ruego.
No deseo verte mal.
Quedate! Te lo suplico.
No deseo verme mal.

Recuerdame! Solo eso.
Yo estaré pensándote,
en algún baile de aquel pueblo;
entre los molinos de viento,
entre la luna y el tiempo.

Te soñare cada noche hasta resarcirte.
Te pensaré cada día, lo prometo.
Cada día, hasta que te canses de mi pensamiento.
Entonces, solo entonces, te dejaré ir en paz.

Me consuelo: él besará tus heridas.
Te esperará con los brazos abiertos.
Dile cuanto te amamos.
Dile que no fue fácil dejarnos.

Más ve!