sábado, 10 de julio de 2010

Buenas preguntas

¿Qué sucede cuando los fantasmas vuelven a tocar tu puerta?
¿Huirías? ¿o bien los dejarías entrar para escuchar nuevas cadenas?
¿Qué sucede cuando Dios se viste de oro a los ojos de un sufriente?
Si viene a consolar a un alma en pena, hay colores que le sientan mejor.
¿Es que acaso no se dio cuenta?
Si tus marcas me sonríen, ¿es que acaso les dí un buen hogar?
¿Es que acaso mi corazón no necesita menos verdad?
¿O es que la realidad no me deja descansar en paz?
¿Será la muerte una decisión especial?
¿Será que sólo mueres cuando ya no puedes más?
¿Y si tus manos no repararon en despedirse de mi,
será que jamás sintieron que me dejaron de tocar?
¿Creerías en aquello que no puedes sentir más?
Es que sus cabellos negros de mi mente jamás se irán.
Y sin embargo, ¿era su sonrisa tan real?
¿Me mienten las fotos, o es que en tus ojos he de encontrar algo más?
¿Y si pudieras cambiar algo de esas últimas palabras,
de haber sabido que ya no me verías jamás,
me dirías algo sustancial?
¿O es que sólo tu mirada sabe hablar?

Ya no le temo al abismo.
Más, ¿sólo por eso me he de lanzar?
Si pudiera decirte todo esto;
Si pudiera decir algo, en vez de preguntar...
¿Crees que serías capaz de escuchar?
¿O es que mi voz es como todas las demás?
¿Y si mi voz te cantara en lugar de orar,
penetraría mi canto las barreras del cristal?
Es que los martillos se comienzan a gastar...
Si pudieras verme, tan sólo una vez más,
¿crees que serías capaz de hablar?
¿O es que mi imagen te vuelve a asustar?
¿Y si dejara la luz encendida,
los fantasmas dejarían de rondar?
Es que no se si soy capaz de encender algo más.
Si la lluvia te mojara, ¿correrías o te dejarías estar?
Total, ¿a quién le hace mal un poco de humedad?
¿Es que acaso no sabes esperar?
Yo aprendí. Bien lo sabes.
¿O crees que debería olvidar?
¿Es que no soportas la falta de mi mirar?
Más, ¿a quién le importa?... si no sabes amar.
¿A quién le importa si no sabes amar?

Ahora, dime. Por favor, dime con sinceridad,
¿cuando piensas en pensarme, lo piensas de verdad?
¿O es que la rutina no da tregua a tu soledad?
¿Es que olvidaste lo que me has hecho pasar?

Yo no lo olvido. Marca indeleble en mi pecho.
Imposible perdonar, cuando no hay una disculpa.
Imposible recordar ese viento, sin lamentos.
Así que dime, dime por favor, con sinceridad,
¿cómo lo haces? ¿cómo logras negarte tanta verdad?
¿Es que acaso no duele más la irrealidad?

Un niña morena la prefirió,
y creo que siempre se arrepintió...