lunes, 22 de febrero de 2010

Herr Geist

Alma... almacenarte.
Cenarte cada noche en historias de combate.
Combatirte... no, regresarte.
Traerte de nuevo a mis aposentos
solo para volver a matarte.
Matarte no, atarte...
con un hilo invisible unirte a mi ombligo.
Y ya no soltarte.
Soltarme... saltarte,
no caer en tu pozo ciego,
no dejarte tragarme.
Trágame, de un solo bocado.
Atragántate de mi, devuélveme entera.
Devuélveme... vuélvete.
No te des vuelta, no me mires.
No podré irme si esperas que regrese.
No regreses, no me beses.
No podré escapar de ti.
Escaparme... no debes acapararme.
Debo volver a estar en pie.
Pararme, mientras escapas a una parte de ti.
Partirme... sólo por volver a tus brazos.
Abrazárteme... Ten miedo de mi.
Si, témeme, cual yo temo tu recuerdo.
Recordarte... recostarme, recortarte.
Cortar en pedazos esta luna de hiel.
Recuérdame... dame eso por lo menos.
Por lo de-más, ya te tengo en el recuerdo
de saber que nunca estás, saber que nunca estarás.
Saberte.... vivo, saber tu cuerpo.
Saborearte, saborea mi ser una ultima vez.
Borrarte... eso debería hacer.
Barrerte de mi piel, de mi boca, de mi sien.
Sientes...? Lo sientes? Qué sientes?
Yo lo siento..., todo. Cada aguja, cada agujero.
Agujereo... tu imagen.
Imagino que te tengo.
Imaginame tenerte.
Tenme cerca, al oído, al suspiro.
Guarda distancia de mis deseos.
Deséame bien, deséame lejos.
Deseo que desees ya no desearme,
y tan sólo amarme.
Amarme nunca fue tu fuerte.
Amárrame fuerte, lejos de ti.
Amárrame a tu almohada
y ya no me dejes ir.
Me iré... volando alto.
Me iré... consumiendo lento.
Consume nuestra historia.
Se consume a fuego lento.
Sin cenizas, ni brazas,
ni chispas, ni encuentros.
Encontrarte una mañana...
Encuéntrame allí donde yo te encuentro.
Cuéntame del delirio que te sigue en el invierno.
Cuéntame las verdades que nunca fueron.
Te cuento, me encuentro con puros destierros.
Destiérrame de tu vida, arráncame de prepo.
Arranco tu noche de aquel julio de fuego.
Más por favor arráncame un último beso.
Y que sea el primero de cientos y cientos.
Ánclate a esas llaves, piérdete en tu amar.
Pierdes..., todo lo pierdes.
Te anclas a la normalidad.
A una rutina de soledad.
Soldado que juega solo
con una mujer que nunca está.
Soldarte a una bala,
y dispararte hasta nunca jamás.
Dispárame... dispárame una vez más.
La última bala no me llego a matar.
¡Que disparate! Disparar a la nada estas frases de cajón.
Cajonearte... ley para ya no pensarte.

¿Qué piensas?
¿Me dejarás olvidarte...?




martes, 16 de febrero de 2010

Mente de mariposas















La persona más hermosa,
con tu mente de mariposas.
Eres todo aquello que pudiera ser,
eres pura esencia, puro resplandecer.
Demasiado intensa tu elección
de amar con todo el corazón.
De gastar toda tu energía
en un soplido de alegría.
Desearía conservar un poquito de tu vida,
desearía regalarte otra oportunidad.

Desearía despertarte de tu otoño eterno,
desearía llenar tu mundo de realidad.
Rescatarte de aquella reja-torreja.
Romper el muro, y volver a empezar.
Devolverte la sonrisa de libertad.
Buscar en los sueños de dorada mocedad.

Una mente brillante...
si tan solo pudiera darte todo lo demás.
Si tan solo pudiera volver el tiempo atrás.

En las noches me encuentro con aquella niña morena.
de guardapolvo blanco, y mirada de adultez.
Desespero por cobijarla, por cantar melodías sinceras.
Me hundo en el abrazo que nunca le pude dar.
Me hundo en su mirada de tanta profundidad.
Y lloro en un silencio desgarrado de soledad.
De saber que esos pacitos andarán
largas sendas de oscuridad.

Ya de niña revoloteaban las mariposas.
Aleteaban en los vacíos de preguntas sin contestar.
¿Es justo? No, no lo es.
¿Hay mundo? No si el se fué.
¿Y lo eterno? Siempre te amaré.
¿Es un consuelo? No, nunca podré.

Te amo como nadie en el mundo te puede amar.
Con mi forma tan particular.
Tu esencia es mi ciencia, mi deseo, mi esplendor.
Todo lo soy, por tu grandeza y humanidad.
Todo lo soy, porque siempre me pudiste amar.
A pesar de las rosas, a pesar de las mariposas.
Siempre serás la primavera mas hermosa.