Sin decir una palabra
casi sin decirnos nada
sin mirarnos a los ojos
yo me pregunto porque
me tuvo que pasar a mi
yo me pregunto porque
me tuvo que pasar a mi
Y ahora estoy cansándome de esperar
pero igual no tengo a donde ir
y me dice la gente
que deje de pensar en ti
Sin decir una palabra
casi sin decirnos nada
sin mirarnos a los ojos
yo me pregunto porque
me tuvo que pasar a mi
yo me pregunto porque
me tuvo que pasar a mi
Y estoy cansándome de esperar
pero igual
pero igual no tengo a donde ir
y me dice la gente
que deje de pensar en ti
Y se que es en vano
brindar esta noche
por nosotros dos
Sin decir una palabra
casi sin decirnos nada
sin mirarnos a los ojos
yo me pregunto porque
me tuvo que pasar a mi
y se que es en vano
brindar esta noche
por nosotros dos
A los ojos...
a los ojos...
Los Rodriguez - A los ojos
martes, 31 de agosto de 2010
A veces la música habla mejor que uno
jueves, 5 de agosto de 2010
N.O.
Uno de estos días te levantarás amando mi neurosis.
Te reirás de mi manera de doblar las servilletas.
Y el cafe sin nata será lo mejor de tu mañana.
No por su gusto suave, no por su calor.
Sino tan solo... porque lo preparo yo.
Te reirás de mi manera de doblar las servilletas.
Y el cafe sin nata será lo mejor de tu mañana.
No por su gusto suave, no por su calor.
Sino tan solo... porque lo preparo yo.
lunes, 2 de agosto de 2010
Thanatos
Caminas en la oscuridad.
Si, caminas y cantas al silencio una vez más.
Todo lo que fué, sombras de humedad.
Y sin embargo, no puedes olvidar.
Aquel amigo con el que no volviste a hablar,
vuelve entre la niebla a pedir una verdad.
No sabes que decirle, no hay respuesta a su soledad.
Y aún así, su mirada sigue siendo tan real.
Tu cabeza da vueltas, todo vuelve a gran velocidad.
Aquellas palabras que supiste callar,
aquellas melodías que nunca dejaron de sonar,
Una noche de invierno regresa a sofocar.
No hay aire, no hay aire que te pueda llenar.
Ni un sollozo que te pueda desgarrar.
Aquellas melodías que nunca dejaron de sonar,
aquellas melodías nunca volverán a sonar igual.
La noche fría se pinta de agonías.
Caminas, sólo porque no puedes frenar.
Alguna dirección tus pasos han de marcar.
Incluso correrías si supieras donde vas.
Una voz grita a lo lejos...
Sigue preguntando lo que no sabes contestar.
Una voz familiar, que ya no puedes identificar.
¿Que paso con tantos sueños?
¿Donde han ido a parar?
Solo en la noche, jamás lo adivinarás.
Te desmezclas en la niebla.
Te desmezclas hasta no poder más.
¿Que has hecho con tu vida? Ojalá pudieras contestar.
Piensas en ella una vez más.
Por más que mil veces juraste no volverla a pensar.
Su sonrisa torcida es todo lo que queda sin nublar.
Te sonríes mientras lloras tu última realidad.
Ella, sólo ella, te podría levantar
de la acera dura que golpea tu despertar.
Sólo ella, y su sonrisa de paz,
soltarían las cadenas del vacío más real.
Gritarías su nombre, de poderla nombrar.
Llamarías su mirada, si tan sólo te atrevieras a mirar.
Tus labios corrompidos no se atreven a hablar.
Tus ojos se cierran para poder callar.
Nada puedes hacer, con una mentira viva.
Nada puedes hacer con lo que creíste controlar.
Te ahogas en tu respirar, y no dejas de llorar.
Este mundo no te sabe perdonar.
Todo vuelve a ella, que aún sonríe tras el cristal.
Ella que se acerca para dejarte ir en paz.
"Te perdono..." suena en susurros
atravesando la niebla y la oscuridad.
Bañado en lágrimas el mundo vuelve a despertar.
Piensas su sonrisa, para amanecer a la ciudad.
Cargas tus cruces, y sales a trabajar.
"Maldición, la volví a soñar..."
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