Chocolates, musica triste, ventanas, campos, paisajes hermosos, hojas interminables llenas de palabras, verborrageas al telefono, canciones y mas canciones, helado, alcohol, fotos viejas...
¿Que pasa cuando nada calma las revoluciones internas? Cuando la ansiedad es prioritaria y no baja con nada...? ¿Qué entonces?
Todos sabemos qué... Siempre lo sabemos, hasta Helen sabe qué...
Maldigo la sociedad creada para engañar, maldigo las normas sociales, la cultura del engaño. Hay lugares y tiempos para bailar, para gritar, para llorar, para cantar, para hablar, para reir...
Pocos viven libres realmente, pocos dicen lo que quieren decir cuando quieren decirlo, pocos lloran publicamente, pocos rien en espacios formales, muchos usan sonrisas falsas, y lloran solos en el baño.
Siempre sabemos qué!
No me malentiendan, no estoy en contra de que existan ciertas normas sociales, hay que respetar los deseos de otros, eso es vivir en sociedad. Lo que me molesta son los juegos, las idas y vueltas. Llamar o no llamar? Bailar o no bailar? Llorar o no llorar? Todo se acumula en ansiedad, ansiedad de lo que uno quiere, y quizas podria tener.
Si, lo se, estan aquellas excepciones, horribles excepciones en que realmente no se puede tener aquello que se quiere. Pero a pesar de ellas, ¿no sería un mundo mas feliz si nos sinceraramos con lo que queremos? Un mundo lleno de verdad...quizas verdades que duelen, pero ya esta, ya lo sabes y listo.
Me voy a tomar helado del pote...