
Nada... simplemente nada.
Ni un viento, ni las horas, ni un libro, ni el desierto.
Nada, ni tu, ni yo, ni nadie.
Nada en la tierra, nada en el cielo.
Ni tu boca, ni tu alcoba, ni un cabello, ni una copa.
Nada, no hay piso, no hay techo.
Ni aleph, ni sentido, ni hades, ni olimpo.
Nada en mis ojos, nada en la piel.
Ni sabores, ni ruidos, ni olores, ni vacio.
Nada.
Ya no hay historias, ya no hay olvidos.
Ni recuerdos, ni nostalgias, ni lagrimas, ni descuidos.
Nada, sin caidas, sin amores, sin viajes, sin sonidos.
Sin calor, ni sueño, ni hambre, ni tiempo.
Nada, ni tu verde, ni tu vientre.
Ni un respiro, ni palabras.
Sin excusas, sin motivos.
Nada... ni universo, ni esperanza.
Ni luz, ni venganza.
No hay pasto, no hay pradera.
No hay agua, ni montaña.
Nada, ni ropa, ni casa,
ni espejos, ni manchas.
Ni teorías, ni sustancias,
ni dilemas, ni distancias.
Nada, ni siquiera pesimismo.
Ni siquiera algun abismo.
Ni inconciente, ni cariños.
Ni una voz, ni antagonismos.
Nada, ni cucharas de te,
ni cuchillos de hierro.
Ni muros, ni inviernos.
Ni la lluvia, ni tu cuerpo.
Nada, no hay palomas, ni ascensores.
No hay sombras, ni lamentos.
Ni poemas, ni ventanas.
Ni justicia, ni temores.
No hay canciones, ni pulsiones.
ni karma, ni cuentos.
Nada...
Sólo tu mirada.
[Locura de un dia raro, inspiración de no se donde]