sábado, 26 de septiembre de 2009

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Nada... simplemente nada.
Ni un viento, ni las horas, ni un libro, ni el desierto.
Nada, ni tu, ni yo, ni nadie.
Nada en la tierra, nada en el cielo.
Ni tu boca, ni tu alcoba, ni un cabello, ni una copa.

Nada, no hay piso, no hay techo.
Ni aleph, ni sentido, ni hades, ni olimpo.
Nada en mis ojos, nada en la piel.
Ni sabores, ni ruidos, ni olores, ni vacio.

Nada.
Ya no hay historias, ya no hay olvidos.
Ni recuerdos, ni nostalgias, ni lagrimas, ni descuidos.
Nada, sin caidas, sin amores, sin viajes, sin sonidos.
Sin calor, ni sueño, ni hambre, ni tiempo.
Nada, ni tu verde, ni tu vientre.
Ni un respiro, ni palabras.
Sin excusas, sin motivos.

Nada... ni universo, ni esperanza.
Ni luz, ni venganza.
No hay pasto, no hay pradera.
No hay agua, ni montaña.

Nada, ni ropa, ni casa,
ni espejos, ni manchas.
Ni teorías, ni sustancias,
ni dilemas, ni distancias.

Nada, ni siquiera pesimismo.
Ni siquiera algun abismo.
Ni inconciente, ni cariños.
Ni una voz, ni antagonismos.

Nada, ni cucharas de te,
ni cuchillos de hierro.
Ni muros, ni inviernos.
Ni la lluvia, ni tu cuerpo.

Nada, no hay palomas, ni ascensores.
No hay sombras, ni lamentos.
Ni poemas, ni ventanas.
Ni justicia, ni temores.
No hay canciones, ni pulsiones.
ni karma, ni cuentos.


Nada...

Sólo tu mirada.




[Locura de un dia raro, inspiración de no se donde]

sábado, 12 de septiembre de 2009

Soliamos...















Solía mirarte hasta quedarme dormida,
solía pensar que con eso alcanzaría.

Solías llamarme en madrugadas lejanas,
Solías besar mi voz en la distancia.

Solía escuchar tus versos en la ventana,
Solía despertar con tus manos mundanas.

Solías volver cada semana a mi piel,
Solías cantar cada mañana de miel.

Solía esperar entre risas tus platos,
Solía observar cada uno de tus rasgos.

Solías sacarme a bailar en la cocina,
solías pensar en mi cada rato de cada día.

Solía morir por un segundo en tus labios,
solía soñar que me hundía en tus brazos.

Solías mirarme con un brillo en los ojos,
solías dedicarme todos tus esbozos.

Solía caminar deprisa a tu puerta,
solía amar ese instante de espera.

Solías comerte las uñas del temor,
solías deberme una canción de amor.

Solía darte todo mi amor,
solía escuchar todo el día aquella canción.

Solías decir que llegaría el día,
solías amarme entre pesadillas.

Solía creer que todo cambiaría,
solía pensar que las horas bajarían.


Suelo soñar que vuelvo a tu cuarto,
Suelo escuchar aquella vieja canción.

Sueles gritar mi nombre entre sueños,
sueles escribir con desesperación.

Suelo llorar el recuerdo de tu alcoba,
suelo sentir en mi oído tu respiración.

Sueles tener segundos de claridad,
sueles creer que el tiempo no pasara.

Suelo bailar cada noche contigo,
suelo despertar en el invierno frío...

Te doy una cancion

Como gasto papeles recordándote
como me haces hablar en el silencio
como no te me quitas de las ganas
aunque nadie me ve nunca contigo
y como pasa el tiempo que de pronto son años
sin pasar tú por mi, detenida...

Te doy una canción
si abro una puerta
y de las sombras sales tú,
te doy una canción de madrugada
cuando mas quiero tu luz,
te doy una canción
cuando apareces
el misterio del amor
y si no no apareces
no me importa
yo te doy una canción.

Si miro un poco afuera me detengo
la ciudad se derrumba
y yo cantando
la gente que me odia y que me quiere
no me va ha perdonar
que me distraiga,
creen que lo digo todo
que me juego la vida
porque no te conocen
ni te sienten.

Te doy una canción y hago un discurso
sobre mi derecho ha hablar,
te doy una canción
con mis dos manos
con las mismas de matar,
te doy una canción
y digo patria
y sigo hablando para ti,
te doy una canción
como un disparo
como un libro
una palabra
una guerrilla...
como doy el amor.

Silvio Rodriguez